Instituto de Valores Cristianos

¡La Paz sea contigo! Bienvenido a la página web del i7vc, es decir, el Instituto de Valores Cristianos

¿Qué es el i7vc?

El Instituto de Valores Cristianos es una iniciativa personal creada por Julio Rodríguez en Santo Domingo, República Dominicana en 2008.

Misión:

Nuestra misión es compartir la alegría y la gracia que se deriva del servicio generoso a los demás a través de la práctica y la prédica de los valores éticos y espirituales que Jesús predicó y practicó durante su breve estancia con nosotros.

También estamos colaborando arduamente en la enseñanza de los siete valores cristianos para ayudar a la transformación y la perfección de la humanidad.

Visión:

En el i7vc queremos lograr los objetivos de Jesús (que todos sean uno) para que nuestros hijos vivan en un mundo de paz y fraternidad donde el amor sea el bien más elevado dejando las diferencias nacionales y de raza en el pasado.

Valores:

De eso se trata. Somos personas normales con virtudes y defectos que ponemos nuestras vidas al servicio del bien común respetando las leyes, llevando un comportamiento ejemplar, ayudando a los demás y haciendo el mayor esfuerzo por practicar los siete valores cristianos: La Verdad, La Rectitud, La Humildad, El Perdón, El Amor, La Paz y La Unidad.

Nuestra misión es compartir la alegría y la gracia que se deriva del servicio generoso a los demás

Historia:

Hasta el 2008 había estudiado un poco de filosofía, teología cristiana y algo de las religiones dhármicas o de la India (el Brahmanismo, Saivismo y budismo) y había notado que todas las religiones funcionan con un código moral relativo a la cultura donde florecieron y que este código moral está basado en valores y principios universales que buscan armonizar la sociedad centradas en el bien común.

Otro aspecto que había notado es que cada religión tiene oleadas de misioneros que viajan por distintos países predicando las bondades de sus religiones pero a veces no se percatan de que al mismo tiempo están importando un modelo cultural que no se adapta a la realidad histórico-social del país receptor y no en pocos casos se cae en un conflicto de valores que contrasta directamente con los principios enunciados.

Ante esta realidad me di cuenta, que la solución a la debacle moral y espiritual del mundo actual no está en un cambio de religión ni en construir nuevos templos ni en criticar a este o aquel sino en restituir la práctica y la enseñanza de los valores que fueron y siguen siendo el fundamento de la humanidad tal y como la conocemos actualmente.

A finales de 1930 en medio de una crisis entre los musulmanes y los hindúes, Mahatma Gandhi emitió un concepto que ayudaría a la India de entonces a lograr la victoria y la independencia de los británicos: «Todas las religiones conducen a un mismo fin» (Sarva Dharma Sama Bhava). Los evangelios nos cuentan como en varias ocasiones Jesús se encontró con personas extranjeras que practicaban una religión distinta al judaísmo: El centurión romano que creía en sus propios dioses, la mujer siro-fenicia y la samaritana. Cuando Jesús era niño vivió en Egipto y sus primeros años los pasó envuelto en una cultura y una religión que no eran las suyas. En ningún caso en los evangelios Jesús reprendió a nadie por pertenecer a una religión distinta ni le dijo a nadie que sus creencias eran falsas. Con el poder del amor y la gracia que provenía de él, el logró transformar a los que lo seguían curándolos, alimentándolos, escuchándolos y consolándolos. De esta forma, y siempre siguiendo el ejemplo de Jesús, en el i7vc practicamos la tolerancia para compartir no solo entre hermanos cristianos de diferentes iglesias, sino también entre hermanos de religiones distintas a la cristiana siempre en el marco del respeto, la fraternidad, la moralidad y la búsqueda del bien común.